Las relaciones entre la mujer y la serpiente son multiformes, pero no pueden en ningún caso explicarse globalmente por medio de un simbolismo erótico simplista. La serpiente tiene significaciones múltiples, y entre las más importantes conviene considerar su ‘regeneración’. La serpiente es un animal que se ‘transforma’. Gressman ha querido reconocer en Eva a una diosa fenicia arcaica del mundo subterráneo, personificada por la serpiente. Se conocen divinidades mediterráneas representadas con una serpiente en la mano (Artemisa arcadia, Hécate, Perséfone, etc.) o con una cabellera formada de serpientes (Gorgona, Erinias, etc.)
Según ciertas supersticiones de la Europa central, si se entierran los cabellos arrancados a una mujer que se encuentra bajo la influencia de la luna (es decir en la época de su regla) se transforman en serpientes.
Según ciertas supersticiones de la Europa central, si se entierran los cabellos arrancados a una mujer que se encuentra bajo la influencia de la luna (es decir en la época de su regla) se transforman en serpientes.
Una leyenda bretona nos asegura que la cabellera de las hechiceras se transforma en serpiente. Una mujer cualquiera, por consiguiente, no tiene ese poder, sino solo la que está bajo la influencia de la luna que participa también en la magia de la ‘transformación’.
Que la hechicería sea a menudo una investidura lunar (directa o transmitida por intermedio de las serpientes), un gran número de documentos etnográficos nos lo confirman.
Que la hechicería sea a menudo una investidura lunar (directa o transmitida por intermedio de las serpientes), un gran número de documentos etnográficos nos lo confirman.
(Mircea Eliade. Tratado de historia de las religiones)
Imagen: Tarot Renaissance.
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